30 agosto 2006
"Salvar el Poblado Minero" Antonio Díaz. Delegado de Adenex y portavoz del Foro de Urbanismo de Cáceres.
TCtáceres a punto fue el lema de una campaña municipal para promover la implicación de los cacereños en la candidatura a la capitalidad cultural europea. Pero también puede ser el lema que refleje una lamentable realidad: Cáceres a punto de perder el poblado minero de Aldea Moret, un incomparable patrimonio cultural y urbanístico. En la actualidad se está tramitando un proyecto de urbanización de numerosas viviendas en la zona (el proyecto de ejecución Río Tinto), conocido comercialmente como urbanización Sierra de San Pedro, que, de ser aprobado por el Ayuntamiento de Cáceres, supondrá la destrucción de este pequeño barrio cacereño, que se construyó en el siglo XIX.
¿Qué interés tiene el poblado minero? Como ha afirmado el profesor Antonio Campesino, catedrático de Geografía Urbana, hace pocos días en estas páginas, este barrio es el primer ejemplo cacereño de urbanismo planificado (1886), con diseño ortogonal, con calles amplias, rectas, aceradas y arboladas, con un diseño de Ciudad Jardin inspirado en la teoría de la Garden-City anglosajona: viviendas de una planta con jardín delantero y patio trasero para empleados y técnicos de la empresa minera. Una pequeña ciudad que tenía sus propias escuelas públicas, economato, piscina y parroquia, y un parque mejor que el de Cánovas, afirman orgullosos sus vecinos.
Los que aún viven allí están orgullosos de su barrio, de su pasado y de sus viviendas, y quieren conservarlas y promover la rehabilitación de aquellas que se han abandonado y deteriorado.
¿Qué supondría su desaparición?. La pérdida de un patrimonio urbano y cultural incomparable y único en Cáceres y en Extremadura. No en vano el Plan General Municipal, actualmente en tramitación, propone su conservación y recuperación, pero si se aprueba la urbanización Sierra de San Pedro el poblado desaparecerá para siempre. Pero también supondría la desaparición de un elemento fundamental en la historia de la ciudad de Cáceres, una ciudad que infravalora la importancia de la barriada de Aldea Moret en su desarrollo. La llegada del ferrocarril se debe a la explotación minera de Aldea Moret y, sin embargo, hace poco ha sido demolida la estación más antigua de Cáceres.
Es necesario que los ciudadanos cacereños conozcan, valoren y aprecien el patrimonio arqueológico industrial que hay en Aldea Moret, así como el patrimonio urbanístico que supone el poblado minero. Si usted. no lo conoce dé un paseo por allí, cruce la vía más allá del estupendo edificio del Embarcadero y camine entre las pocas casas del poblado minero, unas más abandonadas, otras cuidadas; hable con sus escasos vecinos y comprenderá que aquel magnífico, único y adelantado ejemplo de urbanismo cacereño es mejor que se rehabilite a que sea destruido y sustituido por una nueva urbanización.
También es necesario que nuestras autoridades municipales comprendan que es muy difícil ser capital europea de la cultura si se acepta la destrucción del patrimonio cultural que este poblado supone y, del mismo modo, es preciso que apuesten claramente por el patrimonio cultural para que los ciudadanos sientan que lo de la capitalidad cultural es algo más que fuegos de artificio electoralista y quizá, de esta manera, comience a diluirse el escepticismo de tantas personas y colectivos.
El ayuntamiento puede y debe exigir que el proyecto de urbanización Sierra de San Pedro cambie sus previsiones en lo que concierne al poblado, que es una parte mínima del proyecto, para que se conserve, se recupere y rehabilite, ya que es un elemento esencial en la historia, la cultura y el patrimonio urbanístico de esta ciudad.
En estos días, vecinos y asociaciones del poblado minero y de Aldea Moret y otros colectivos y ciudadanos de Cáceres están presentando alegaciones para conseguir ese objetivo. Pero no basta con estas alegaciones. Es preciso que la ciudadanía cacereña se implique en esta campaña para salvarlo. No es sólo una cuestión de Aldea Moret, es una cuestión de Cáceres, tanto como la Ciudad Monumental o el Cimov. Por eso hoy miércoles día 30, a las ocho de la tarde en el Ateneo, se constituirá una plataforma ciudadana en la que pueden participar todos los cacereños. El poblado minero no puede, no debe desaparecer.
¿Qué interés tiene el poblado minero? Como ha afirmado el profesor Antonio Campesino, catedrático de Geografía Urbana, hace pocos días en estas páginas, este barrio es el primer ejemplo cacereño de urbanismo planificado (1886), con diseño ortogonal, con calles amplias, rectas, aceradas y arboladas, con un diseño de Ciudad Jardin inspirado en la teoría de la Garden-City anglosajona: viviendas de una planta con jardín delantero y patio trasero para empleados y técnicos de la empresa minera. Una pequeña ciudad que tenía sus propias escuelas públicas, economato, piscina y parroquia, y un parque mejor que el de Cánovas, afirman orgullosos sus vecinos.
Los que aún viven allí están orgullosos de su barrio, de su pasado y de sus viviendas, y quieren conservarlas y promover la rehabilitación de aquellas que se han abandonado y deteriorado.
¿Qué supondría su desaparición?. La pérdida de un patrimonio urbano y cultural incomparable y único en Cáceres y en Extremadura. No en vano el Plan General Municipal, actualmente en tramitación, propone su conservación y recuperación, pero si se aprueba la urbanización Sierra de San Pedro el poblado desaparecerá para siempre. Pero también supondría la desaparición de un elemento fundamental en la historia de la ciudad de Cáceres, una ciudad que infravalora la importancia de la barriada de Aldea Moret en su desarrollo. La llegada del ferrocarril se debe a la explotación minera de Aldea Moret y, sin embargo, hace poco ha sido demolida la estación más antigua de Cáceres.
Es necesario que los ciudadanos cacereños conozcan, valoren y aprecien el patrimonio arqueológico industrial que hay en Aldea Moret, así como el patrimonio urbanístico que supone el poblado minero. Si usted. no lo conoce dé un paseo por allí, cruce la vía más allá del estupendo edificio del Embarcadero y camine entre las pocas casas del poblado minero, unas más abandonadas, otras cuidadas; hable con sus escasos vecinos y comprenderá que aquel magnífico, único y adelantado ejemplo de urbanismo cacereño es mejor que se rehabilite a que sea destruido y sustituido por una nueva urbanización.
También es necesario que nuestras autoridades municipales comprendan que es muy difícil ser capital europea de la cultura si se acepta la destrucción del patrimonio cultural que este poblado supone y, del mismo modo, es preciso que apuesten claramente por el patrimonio cultural para que los ciudadanos sientan que lo de la capitalidad cultural es algo más que fuegos de artificio electoralista y quizá, de esta manera, comience a diluirse el escepticismo de tantas personas y colectivos.
El ayuntamiento puede y debe exigir que el proyecto de urbanización Sierra de San Pedro cambie sus previsiones en lo que concierne al poblado, que es una parte mínima del proyecto, para que se conserve, se recupere y rehabilite, ya que es un elemento esencial en la historia, la cultura y el patrimonio urbanístico de esta ciudad.
En estos días, vecinos y asociaciones del poblado minero y de Aldea Moret y otros colectivos y ciudadanos de Cáceres están presentando alegaciones para conseguir ese objetivo. Pero no basta con estas alegaciones. Es preciso que la ciudadanía cacereña se implique en esta campaña para salvarlo. No es sólo una cuestión de Aldea Moret, es una cuestión de Cáceres, tanto como la Ciudad Monumental o el Cimov. Por eso hoy miércoles día 30, a las ocho de la tarde en el Ateneo, se constituirá una plataforma ciudadana en la que pueden participar todos los cacereños. El poblado minero no puede, no debe desaparecer.
Periódico Extremadura. 30 de agosto de 2006.
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